~ Ayer como la nieve en la mar las cosas ya no parecían igual la gente se olvidó de reír y al sol le cuesta tanto salir ~
Hay días en los cuales no quieres levantarte, no por miedo a lo que afuera te espera, sino por el simple hecho que deseas que el día no comience…” Érase una vez una historia feliz y ahora es solo un cuento de horror”, frase de una canción, se puede decir que nos muestra más la realidad de nuestras vidas que la fantasía que nos envuelve. Las hadas, princesas encantadas y los príncipes azules se quedaron en simples somníferos de noches en las cuales no podíamos dormir.
Una calabaza en carruaje, una casa hecha de dulces, una manzana envenenada… acaso al final no sentíamos hambre antes de quedar sumidos en lo profundo de nuestros sueños; aunque al pensarlo bien, todo eso fue usado para atacar a los protagonistas de las fantasiosas historias, pero detrás de la fantasía de los finales felices está la verdadera realidad:
Una cenicienta que jamás pasó del umbral de su puerta haciendo que nunca conociera a su millonario y guapo galán.
Unos niños que fueron abandonados por sus propios padres y después de intentar encontrar el camino de regreso murieron en lo profundo del bosque atacados por lobos.
Una Blanca Nieves que se perdió en el bosque equivocado y así ningún enano la encontró.
Una Bella que no llegó a los quince años ya que murió a temprana edad, dejando a su Bestia sin curación.
Por estos mismos hechos a veces sentimos al despertar que el sueño absorbe a la realidad y preferimos quedarnos tendidos e nuestras camas y no levantarnos.
Me gustaría decirte tantas cosas… pero no me lees y menos me escuchas.
Hay días en los cuales no quieres levantarte, no por miedo a lo que afuera te espera, sino por el simple hecho que deseas que el día no comience…” Érase una vez una historia feliz y ahora es solo un cuento de horror”, frase de una canción, se puede decir que nos muestra más la realidad de nuestras vidas que la fantasía que nos envuelve. Las hadas, princesas encantadas y los príncipes azules se quedaron en simples somníferos de noches en las cuales no podíamos dormir.
Una calabaza en carruaje, una casa hecha de dulces, una manzana envenenada… acaso al final no sentíamos hambre antes de quedar sumidos en lo profundo de nuestros sueños; aunque al pensarlo bien, todo eso fue usado para atacar a los protagonistas de las fantasiosas historias, pero detrás de la fantasía de los finales felices está la verdadera realidad:
Una cenicienta que jamás pasó del umbral de su puerta haciendo que nunca conociera a su millonario y guapo galán.
Unos niños que fueron abandonados por sus propios padres y después de intentar encontrar el camino de regreso murieron en lo profundo del bosque atacados por lobos.
Una Blanca Nieves que se perdió en el bosque equivocado y así ningún enano la encontró.
Una Bella que no llegó a los quince años ya que murió a temprana edad, dejando a su Bestia sin curación.
Por estos mismos hechos a veces sentimos al despertar que el sueño absorbe a la realidad y preferimos quedarnos tendidos e nuestras camas y no levantarnos.
Me gustaría decirte tantas cosas… pero no me lees y menos me escuchas.
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